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La Reciprocidad

  • Foto del escritor: Camila Monsalves Quezel
    Camila Monsalves Quezel
  • 16 jun 2024
  • 4 Min. de lectura

La reciprocidad es uno de los reguladores más poderosos que existe, es sinónimo de justicia y de presente. Gracias a la reciprocidad nos mantenemos atentos a lo que brindamos, a lo que recibimos, a lo que creamos y hacia dónde nos dirigimos.

El poder de la reciprocidad radica en lo que deseas entregar para que sea correspondido y a diario nos sometemos a pruebas donde esta compensación tiene gran cabida.

El punto clave para mí reside en las veces que medimos lo que sale de nosotros con plena consciencia, ya que en este plano (terrenal) tenemos muchos distractores que efectivamente desenfocan nuestra atención de la energía en balance. Todas las responsabilidades que conlleva ser un ser humano, que básicamente se reduce a vivir (trabajar, alimentarse, pagar cuentas, estudiar, etc) y enfrentar el propio crecimiento del ser, parece más difícil todavía comprender que mientras seamos justos en nuestro actuar, la energía fluye de manera natural y positivamente.

También me gustaría agregar que es complejo determinar lo que tienes para dar si no sabes lo que tienes para ofrecer, así que es esencial "trabajar" el autoconocimiento. Esta -herramienta- permite discernir que disposición asumir ante cualquier situación (del tipo que sea).

Hoy, hablar de reciprocidad se ha vuelto un HACK para vivir y lo quiero compartir con un par de ejemplos dónde la energía de la correspondencia se manifestó tan evidentemente, que confío fue para hacerla parte de mí.

Hace un tiempo (desde el año pasado) pude percibir con hechos puntuales donde la vida me devolvía y me hacía retribuir "el buen gesto", de manera natural, claro.

Experiencia 1

Una chica emprendedora se comunicó conmigo para regalarme objetos de su pyme de artículos de casa. Justo en ese momento necesitaba un infusor y cuchillos (tenía presente esa compra pendiente). Dentro de las cosas que me ofrecía, justo estaban esas opciones para elegir, así que fue genial porque en realidad yo solo necesitaba eso, pero cuando me mandó las piezas (para mi sorpresa) llegaron más objetos!! Fue un lindo gesto y me sentí super agradecida, casi que en deuda. Ese mismo mes hice un concurso para celebrar mi cumpleaños con mi comunidad de @miladoc_ y la chica que ganó era la misma que me había regalado las piezas. Casi que parecía trampa, pero en realidad era la vida demostrándome que todo debe estar en balance, siempre y sin importar nada.

Experiencia 2

Lancé un nuevo servicio para Mi Lado C, se trata de la "asesoría express" y para darlo a conocer realicé un concurso (amo los concursos). Dentro de los participantes estaba una cliente muy fiel y tremenda persona, Bárbara. Al momento de dar a conocer a los ganadores (ya que el ganador arrastraba a otros 2), la ganadora principal no cumplía con los requisitos, así que pasé a la ganadora suplente, que justamente era mi cliente, Bárbara. Ella había contratado muchas veces distintos servicios y sentí que la vida le retribuía su fidelidad y esa confianza en mi trabajo. Me hizo muy feliz poder devolverle la mano (de alguna manera) a través de este premio.

Experiencia 3

Ese mismo día participé en concurso para un concierto (tipo tocata), para ver a Ella Baila Sola. Es una banda que me gusta mucho y estuve a punto de ir a verlas el año pasado, cuando también estuvieron acá. Decidí no ir porque iría sola (sí que irónico, pero me dio un poco de nervios) y aunque mis ganas de verlas eran reales y en serio quería ir, decidí dejarlo para una próxima vez. Al día siguiente de haber lanzado mi concurso, de haber expresado en mis stories que sentía que la vida estaba siendo justa con este premio, "la vida en balance" justamente expresé, me desperté con el siguiente mensaje: "¡Felicitaciones, ganaste una entrada doble para ver a Ella Baila Sola!" y sencillamente mi cabeza explotó. Fue una revelación demasiado obvia, una tras otra y no podía eludir el sentido de que todo era demasiado justo y entonces asimilé de golpe lo que les dije más arriba: Todo lo que sale de mí vuelve a mí, pero de manera literal -Yo doy y recibo, yo recibo y doy-

Me sentí tan agradecida de poder comprender esto desde la experiencia porque me invita a estar consciente del momento presente y de todo lo que tengo para brindarle al mundo (en cualquier contexto), a mesurarme en un momento de inquietud o frustración y es que la única forma de mantenernos en armonía es teniendo armonía en la realidad que creamos para nosotros y no solo tiene que ver con nuestro mundo interno, también fluctúan las energías de los demás. Así que estar realmente atentos es fundamental.

Ahora, quiero decir que no descubrí América, Robert Cialdini (psicólogo), habla de los 3 principios de la reciprocidad, así que queda mucho por aprender, pero este es el primer acercamiento, por alguna parte había que partir... y tal vez ahora parece obvio, pero durante toda mi vida caminé sin considerar este principio.

Tenemos mucho poder en nuestras manos (mente y corazón) ¿lo sabías? Tenemos muchísimo poder en nuestro entendimiento y dónde comienza ese poder es en la receptividad ¿Qué tan abiertos estamos para recibir el crecimiento que nos expande? Amo vivir y que tenga sentido.

Un choque de puños🤜🏻🤛🏻

Camila✨


 
 
 

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